domingo, 28 de septiembre de 2008

BUSCANDO UN CULPABLE ANTE LA SORPRESA

El capitaismo se originó en la segunda mitad del siglo XIX como un fenómeno Europeo que se extendió a todo el mundo.
Este sistema se ha relacionado con la Revolución industrial y por tanto se puede asociar con el desarrollo y cambio.
Ni Adam Smith, considerado el fundador del sistema capitalista, ni Karl Marx que acuñó el término kapitalism a mediados del siglo XIX pudieron imaginar que en la actualidad muchos lo asociarían con la crisis financiera de Estados Unidos.

¿Sorprendido?

En agosto del 2007 la economía norteamericana sorprendió al mundo con una situación que nadie había imaginado. Sin haberse percatado se encontraba en una burbuja que ellos mismos habían generado sin considerar la magnitud que poseía ni sus repercusiones tanto como país como a nivel mundial.
Los orígenes de este suceso se remontan a los créditos hipotecarios. Es debido a ellos que al observarse el excesivo apalancamiento de los prestatarios combinado con una caída drástica de los precios de las casas; deterioraron la calidad crediticia de los CDO que incluían la cartera de préstamos hipotecarios de Estados Unidos.
Este apalancamiento se generó debido a que se brindó una proporción de deuda creciente en comparación al valor del inmueble que la garantizaba. En este caso en particular, los aspectos claves que resaltan son la documentación insuficiente de los prestatarios, los ratings credititos por debajo de A que poseían la mayoría de los prestatarios, y considerando además que los precios de las viviendas que garantizaban dichos prestamos habían sufrido una caída, originaron una mayor probabilidad de incumplimiento de los MBS y CDO.
Al reflexionar sobre las diferentes causas y efectos que ocurrieron paralelamente y que desencadenaron la crisis financiera se puede observar que el deterioro de la cartera hipotecaria subprime fue un factor fundamental cuyo efecto no pudo ser frenado sino incrementado por el aumento significativo en las emisiones de títulos vinculados a las hipotecas como los antes mencionados (MBS y CDO)
Ante el crecimiento de una economía altamente consumista, incrementado por una baja y fija tasa de interés de 4.75%, se consolidaba un mercado de malos compradores de crédito con la posibilidad de acceder a un crédito inmobiliario. Esto último se basó bajo el hecho que por cobrar altas tasas de interés para este mercado se iba a estar asegurado. El mercado se incrementó aceleradamente llegando a ocupar el 20% de todo el mercado hipotecario, lo cual al reventar la burbuja generada, se desató la crisis llevando a grandes prestamistas a la quiebra inmediata.
Si bien no se puede indicar un solo culpable, es necesario mencionar que las clasificadoras de riesgo contribuyeron con esta crisis. Esto se debe a que ellas otorgaron un riesgo a los certificados que se estaban tranzando que actuaban como una especie de "bendición" e indirectamente contribuyeron a que se vendan. Si clasificadoras como Moody´s , Standard and Poors o Fitch no hubiesen otorgado una clasificación AAA estos papeles hubieran tenido un precio menor y por lo tanto un menor incentivo a ser vendidos.
Estos papeles en posesión de los bancos, generaron que experimentaran pérdidas que no les permitían acomodar préstamos adicionales. En consecuencia, muchos intermediarios financieros tuvieron problemas para encontrar financiamiento de corto plazo que para ellos era sumamente necesario en su labor diaria.
Frente a estas situaciones, y observando que los instrumentos tradicionales de la tasa de interés no habían resultado efectivos, la FED tuvo que considerar nuevas opciones. Entre estas se encuentran, el cambio en la manera en que prestaban a los bancos comerciales, ofrecieron prestar grandes montos en valores del Tesoro a cambio de instrumentos con menor grado, y empezaron a otorgar préstamos a bancos de inversión.
En conclusión, la crisis que ha experimentado la economía norteamericana fue originada por varios aspectos y actores que contribuyeron ya sea de manera directa o indirecta. Esta crisis si bien se originó en Estados Unidos, el resto del mundo no es ajeno a ella y por lo tanto ha reaccionado también frente a los acontecimientos ya sea en mayor o menor medida dependiendo de la situación de cada país.
Si bien en los últimos días el gobierno ha logrado rescatar algunas empresas y recuperar cierta “estabilidad”, la crisis aun no puede considerarse como concluida y se debe mantener la atención en las medidas que se tomen para reducir cualquier riesgo que pudiese resultar perjudicial.
La relación que guarda la crisis fianciera de Estados Unidos y el sistema capitalista aun es distinta según diversas opiniones y solo se podrá esperar para poder concluir quien tiene la razón.

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